Dentro de las células de la cebolla existen algunos compuestos que contienen azufre. Cuando la cortamos, se rompen las células y estos compuestos sufren una reacción química que los transforma en moléculas sulfuradas más volátiles, que son liberadas al aire.
Si alguna vez has cortado una cebolla o si has estado cerca de alguien que lo hacía,sabrás muy bien por qué esta pregunta es tan válida. Quizás te lo hayas preguntado y aunque hayas imaginado que se debe a algún compuesto químico en su interior, ¿qué tiene la cebolla que nos hace llorar?
Aunque el resto de los vegetales no nos hacen llorar, los miembros de esta familia absorben azufre del suelo que luego se dispersa en su composición. Cuando cortamos la cebolla, rompemos sus células y como consecuencia, estos compuestos químicos dispersos en su interior se desprenden.
Las enzimas descomponen los aminoácidos sulfóxidos formando ciertas cantidades de gas de azufre natural. Este gas sube hasta nuestros ojos y en ellos reacciona al hacer contacto con el agua natural del ojo, formando pequeñísimas cantidades de ácido sulfúrico, un ácido tremendamente nocivo que en cantidades mucho más grandes sería muy pero muy peligroso.
Ese ácido en el ojo es lo que activa la glándulas lagrimales que de inmediato liberan las lágrimas que diluirán el ácido y te harán llorar. Si utilizas gafas, el gas no alcanza el ojo y como resultado, no hubo reacción química en él.
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